La Organización Mundial de Salud (OMS) advirtió el viernes que pudiera no ser posible controlar el brote de ébola en las dos provincias afectadas del este de la República Democrática del Congo si continúan los ataques violentos contra médicos y otro personal de salud.
La declaración se produce en medio de una escalada de violencia nueve meses después del estallido del brote, que ha obstaculizado los esfuerzos para identificar presuntos casos en las comunidades y vacunar a las personas con alto riesgo. Esta semana, la milicia Mai-Mai atacó la ciudad de Butembo, en el epicentro de la crisis.
La organización apuntó además que un equipo de inhumaciones fue “atacado violentamente” tras sepultar a una de las víctimas de ébola en el pueblo de Katwa. Los cadáveres de las víctimas son sumamente contagiosos, lo que hace que se requieran precauciones especiales para asegurarse de que la enfermedad no se transmita durante funerales.
La inseguridad obligó a suspender las actividades de respuesta al brote de la letal fiebre hemorrágica durante cinco días consecutivos, explicó la OMS.
“Los ataques violentos actuales siembran miedo, perpetúan la desconfianza y agravan más los retos enfrentados ya por los trabajadores de salud”, dijo. “Sin un compromiso de todos los grupos de cesar los ataques, es improbable que este brote de ébola sea contenido exitosamente en las provincias de Kivu Norte e Ituri”.
De acuerdo con la OMS, el último brote de ébola ha cobrado 1.069 vidas desde su inicio en agosto.