En entrevista con medios de comunicación, Jesús Acosta expuso que los incidentes reales se tratan del escape de un canguro, que saltó la valla que lo protege, salió a la calle y chocó contra un taxi; el animal fue llevado a la Profepa y trasladado a su hábitat natural.
En cuanto a la jirafa que murió en agosto del 2017, y fue encontrada por Profepa con una soga en el cuello, el coordinador mencionó que en este caso quien resultó más afectado fue el propio Ecoparc porque se trata de un animal costoso, reiterando que en su momento se hicieron las denuncias pertinentes.
No obstante, el coordinador de este centro animal puntualizó que el mono que se avistó en las calles del centro de Colima no pertenece al Ecoparc.
“Ese que anda por la calle, su comportamiento no es de un animal ni de zoológico ni silvestre, es un animal de una colección privada porque su comportamiento ante los autos y las personas(…) es un animal manso”.
Argumentó que en Colima hay gente con el recurso suficiente para adquirir un animal exótico.
En ese sentido, Acosta Hernández dijo que las situaciones ajenas a los casos del Canguro y la Jirafa son meramente rumores, invitando a que quienes señalan irregularidades en el Ecoparc presenten las pruebas pertinentes.
Asimismo, reconoció que hay animales ajenos a este parque, como los loros, que llegan atraídos por la comida y la fauna que ahí existe; por otra parte, aseguró que este centro animal cuenta con la seguridad suficiente para prevenir accidentes con felinos (tigres, lobos), la cual está más reforzada que el resto de los animales.
Finalmente, Acosta Hernández agradeció a los diputados locales por la oportunidad de explicar la situación que prevalece en el Ecoparc.