México enfrenta una crisis en materia de derechos humanos, reconocida por sus propias autoridades, pero también la voluntad de superarla, fue el diagnóstico al que llegó la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Michelle Bachelet luego de concluir este martes su visita a nuestro país.
Reconoció que se va sorprendida por la dimensión que alcanza el problema que se ha vivido en los últimos años en cuanto a desapariciones, feminicidios y en general de violencia.
Que para mí ha sido una sorpresa lo que me he encontrado. Sorpresa en el sentido de que sin duda el caso Ayotzinapa lo conocíamos bien por la prensa, le hicimos seguimiento, pero el número de 40 mil desparecidos no es algo que yo tuviera así de claro o de los 26 mil cuerpos sin identificar o de casi 10 mujeres asesinadas cada día.
“Sabía de la violencia, pero no tenía impresión de la dimensión”, dijo.
Al hacer un balance de su visita de trabajo de cinco días en la que sostuvo diversas reuniones, con el presidente de la República, autoridades federales, familiares de víctimas y organizaciones civiles, la también expresidenta de Chile dijo que su oficina será aliada de México para lograr superar el desafío en la materia.
“Es un reto enorme, es un reto realmente enorme y en ese sentido nuevamente nuestro compromiso de si hay efectivamente una voluntad política de avanzar es nuestra obligación ayudar para que avance pero que además avance en la dirección que todos queremos, que haya seguridad con respeto a los derechos humanos”.
Respecto a la Guardia Nacional no quiso pronunciarse si es positivo o negativo un mando militar porque dijo las recetas en el mundo para atender la violencia son distintas, aunque adelantó que el convenio firmado esta mañana implica resultados y seguimiento por parte de su Oficina en México que reportará en caso de abusos o que estos resultados no se cumplan.